Lucidez onírica, humor, sex appeal y corazón. Lo que se siente al salir de una discoteca en verano y refrescarse en
la fuente de una plaza. Lo tarareamos inconscientemente cuando nacemos y tenemos toda una vida para comprenderlo, sentirlo y darle la razón. DANI UMPI
FITO PÁEZ
¡Qué suerte! ¡Estamos ante la maravilla! ¡Roberto nos obliga a sentir la maravilla! ¡La maravilla del amor, la maravilla del sentir y de escribir! ¡La maravilla del tiempo! ¡La maravilla!
¡Jacoby, la maravilla!
ADRIÁN DÁRGELOS
Las de Jacoby son letras espléndidas que viven en mí y
han suscitado muchas reflexiones. Es sorprendente cómo resisten el tiempo y ganan altura con el correr de las décadas. Además, son fundamentales para entender lo que siguió en la escena de la música popular argentina.
DANIEL MELERO
Roberto es agitador, sintetizador y multiplicador. Nunca lo vi pestañear: atento, sonriente, procesando.
MARÍA MORENO
Lo leí a toda velocidad para ver cómo seguía. Creo que así se lee este libro, como esquiando. Me gusta la constante explicación de la no explicación. Roberto trafica mucha teoría.
PAULA MAFFÍA
Si usted está leyendo esto es porque tiene en sus manos un tesoro: el aporte jacobyano a la lírica de Virus. A este valioso compendio lo acompañan las liner notes del autor mismo: anécdotas, efemérides, testimonios de una época dorada en la que el pop se metía como un intruso divertido por nuestros oídos y estallaba con potencia filosófica y política en forma de mensaje-lobo dragueado de corderos.
Es artísta y sociólogo. La mayor parte de sus trabajos, entre la fiesta y la investigación social, giran alrededor de la desmaterialización del arte y la invención de nuevas formas de vida.
Como integrante del grupo de Arte de los Medios, en 1966, indagó sobre la materialidad social de los medios masivos en tanto constructores de acontecimiento.
En 1968, junto a otros integrantes de la vanguardia argentina, impulsó al éxodo desde el arte ha...
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