Un cuento entrañable sobre la amistad, el trabajo en equipo y la solidaridad, donde de pronto las palabras empiezan a bailar
Dongo está triste al saber que su tribu practica la violencia contra pueblos vecinos para mantenerse, y piensa que si él fuese el jefe las cosas serían de modo opuesto; pero para serlo debe conseguir la piel de un león. Naga, su amiga, lo acompaña en la búsqueda de esta piel y así encuentran a un león, a quien hacen su amigo y cómplice y con quien regresan a su comunidad, con el fin de instaurar una nueva era pacífica y de sana convivencia con las tribus vecinas.