Con un humor magistral, la reconocida autora Milagros Socorro presenta un relato donde la ironía tiene un peso fundamental.
Una viejecita encantadora ha perdido su dentadura, ¡qué calamidad! ¡Ya están por llegar sus amigas a la reunión semanal y no logra dar con ella! Pero cómo pudo suceder que esa vieja mesa, heredada de su familia, haya terminado por convertirse en un ser despreciable que chantajea a doña Misón. Algo drástico tendrá que hacer la abuelita, quien con ayuda de sus amigas logra que este detestable personaje vaya a fastidiar a otro, muy lejos de ella.