(Santiago de Chile, 1963) es escritor y cineasta. Estudió periodismo en la Universidad de Chile. Durante su carrera como periodista fue cronista, columnista y crítico de cine. Ha publicado múltiples novelas, entre ellas destacan: Mala onda, Tinta roja, Missing (una investigación), Aeropuestos, No ficción y Sudor. Es autor, además, de Cuentos reunidos, Enrique Alekán, Apuntes autistas, Cinépata, Tránsitos, Todo no es suficiente, Rebalsar la piscina mental, VHS (unas memorias) y Despachos del fin del mundo.
Pop. Atrevido. Alberto Fuguet está de vuelta.
Por favor, rebobinar es una novela coral y fragmentaria, en la que las aspiraciones de sus múltiples personajes chocan con la realidad, donde nos enfrentamos a una estrella de rock en camino a la decadencia, a un modelo con ambiciones literarias, a un cinéfilo autista o a una cronista de la vida nocturna. Esta obra, mal leída en su tiempo, es sobre una generación perdida que se encuentra en un lugar, pero en un mundo que no los perdona. Cada uno de ellos ha traspasado los límites, tanto personales como los de la sociedad, y todos quieren, de una forma u otra, rebobinar para poder seguir adelante. «A casi nadie le caía bien Fuguet a principio de los noventa. A nosotros, sí. No por polémico, ni pesado, ni por impulsor de la cultura pop gringa a través de sus libros y luego columnas, si no por inerme. Estaba dispuesto a quebrarse y a mostrarnos página a página cómo se quebraba» (Felipe Ríos Baeza, Rialta).
Por favor, rebobinar es una novela coral y fragmentaria, en la que las aspiraciones de sus múltiples personajes chocan con la realidad, donde nos enfrentamos a una estrella de rock en camino a la decadencia, a un modelo con ambiciones literarias, a un cinéfilo autista o a una cronista de la vida nocturna. Esta obra, mal leída en su tiempo, es sobre una generación perdida que se encuentra en un lugar, pero en un mundo que no los perdona. Cada uno de ellos ha traspasado los límites, tanto personales como los de la sociedad, y todos quieren, de una forma u otra, rebobinar para poder seguir adelante. «A casi nadie le caía bien Fuguet a principio de los noventa. A nosotros, sí. No por polémico, ni pesado, ni por impulsor de la cultura pop gringa a través de sus libros y luego columnas, si no por inerme. Estaba dispuesto a quebrarse y a mostrarnos página a página cómo se quebraba» (Felipe Ríos Baeza, Rialta).